Ahora pasamos a lo práctico, debes aprender a conocerte primero, a explorarte, a tocarte y a revisar las reacciones que tiene cada milímetro de tu cuerpo ante esos estímulos, de esta forma identificaras cuales son los puntos más erógenos en tu propio cuerpo y también con un poco de suerte descubrirás muchos otros puntos erógenos en ti que no conocías, debes romper ideas erróneas y nocivas esparcidas por la “sociedad moderna” que nos hacen creer que no es muy masculino tocarse y acariciarse, el hombre pose también un carga y energía femenina y es algo totalmente natural, y de vital importancia reconocerlo para poder sacar el máximo provecho de tu cuerpo.
EL PENE Cuando piensan en su propia sexualidad, la mayoría de los hombres piensan en su pene. Es el lugar mágico donde empezar porque es la parte más obvia de nuestra anatomía sexual.
Curiosamente, todavía hay mucho misterio y mucha falta de información sobre este órgano de apariencia tan simple. Para empezar, en el pene no hay huesos ni músculos; de hecho, este órgano está formado principalmente por tejido esponjoso. Como no tiene músculos, no puedes trabajarlo como se trabaja un bíceps... una pena. Sin embargo sus primeros centímetros se insertan dentro del cuerpo en el músculo pubococcígeo (frecuentemente llamado músculo PC), el cual, como más tarde explicaremos, podemos fortalecer para lograr erecciones más fuertes, orgasmos más intensos y un mejor control eyaculatorio.
Como a muchos hombres les preocupa el tamaño de su pene (tanto que algunos incluso se someten a operaciones para aumentarlo), dediquemos unas líneas a comentar el tema. A lo largo de la historia humana los hombres han hecho muchos intentos de agrandar el símbolo de su masculinidad, de tal forma que los taoístas incluso tenían un método para ello que explicaremos en el capítulo más adelante. Pero la verdad es que el tamaño de la erección es mucho menos importante que su fuerza y el empleo que se hace de ella. Si practicas el kung fu sexual, verás ampliamente confirmado el hecho de que eres «suficientemente hombre» para cualquier mujer. Si a pesar de todo te sigue preocupando el tamaño de tu pene, antes de correr al quirófano espera a que lleguemos a donde trataremos ese tema por completo.
LOS TESTÍCULOS La mayoría de los hombres saben que el esperma se produce en sus testículos y que la temperatura normal del cuerpo es demasiado elevada para que este proceso pueda ocurrir (por eso, la ropa interior excesivamente apretada, al mantener los testículos cerca del cuerpo, puede hacer disminuir la cantidad de esperma). Sin embargo, cuando el hombre se prepara para eyacular, los testículos son atraídos hacia el cuerpo (una técnica antiquísima utilizada para posponer la eyaculación consiste en tirar de ellos, alejándolos de éste).
El conducto deferente va desde los testículos hasta la glándula prostática (ver figura 2). El esperma se traslada por este conducto hasta su extremo superior, donde se mezcla con las secreciones de las vesículas seminales y de la próstata inmediatamente antes de que se produzca la eyaculación. Las secreciones de la próstata constituyen aproximadamente un tercio del volumen del líquido eyaculado y son las responsables de su color blanquecino. El esperma es sólo una pequeña parte del fluido eyaculado, por lo que los hombres que se hacen la vasectomía eyaculan aproximadamente la misma cantidad de fluido antes y después de la operación.
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